Se ha filtrado el nuevo de Flying Lotus. Lo estoy escuchando a las seis de la madrugada. Los primeros temas suenan mejor de lo que esperaba. Mi cerebro cansado dice que hay una narratividad, un algo que contar, bastante ajeno a la impostura más o menos esteticista del disco anterior y algunos de sus temas recientes, fantásticos en su realización pero indiferentes en la escucha. Suena bonito, agradable. Me lo imagino sonando en “Siglo 21” de Radio3. Está bien, como lo interpreto… Hay breaks más o menos continuos, y otros elementos rítmicos que aparecen puntualmente añadiendo complejidad a los ritmos. La armonía y la melodía se presentan como capas que se superponen. Hay angularidades de vez en cuando, superposiciones de unos sonidos con otros,… Vale, el disco se llama “Los Angeles” y esa ciudad está llena de contrastes: inmuebles de una planta, rascacielos de arquitecturas imposibles, barrios residenciales, mansiones, barrios pseudo-hippies y a todos ellos se llega conduciendo un coche (la ciudad está pensada para ello). Puedo escuchar la radio, cambiar de dirección al girar una esquina, ver como la calle cambia de volumen durante este y se muestra alargada hasta el próximo cruce. Siento el calor en la piel. Veo los reflejos en las lunas comerciales, los reflejos de los reflejos en los muros cortina de los grandes centros, los descampados, las colinas al fondo, los amasijos de colores entrecruzándose entre la mirada y la memoria de lo que dejamos atrás, las colisiones de los habitantes de los distintos barrios, sonidos de otros coches, palabras en distintos idiomas, formas de vestir, de caminar y estar según sea un área residencial o comercial, sucediéndose todo ello desde el refugio del interior del coche,…. Muy bien, ahora sólo falta buscar una conexión emocional. Cuando duerma…o con las escuchas.

1 comentarios:

anhh dijo...

La primera canción se llama “Brainfeeder” y es el inicio del “viaje”. Y las “Sonic F(r)ictions”, (la reinterpretación de la realidad en la imaginería futurista de la construcción de los sonidos) entroncan con el afrofuturismo (la nave, los cometas, la ciudad de Los Angeles de “Blade Runner”, el vinilo antiguo como portal de entrada a otros universos, etc.). Pues vale. El disco se deja escuchar muy bien.

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