Vista “Tout Est Pardonne” de Mia Hansen-Løve. Sin subtítulos, sin entender ni francés ni alemán. Aburriéndome en las conversaciones en plano fijo y en los intercambios epistolares. Supongo que es una frivolidad ya que la historia es bastante seria, pero me había atraído hasta ella la idea de la cinematografía, el deambular de los cuerpos, el trabajo de cámara, las miradas, los rostros, los gestos, el trabajo de actores, las localizaciones, el tiempo pasando dentro de la escena como si te asomarás desde fuera a tu propia vida. I’m that kind of guy. Y cumplía con creces mis expectativas, sin levantar nunca la voz, concentrada en su hermosa escritura formal.
Esta serie de miniarticulos sobre como el cambio en el negocio de la industria musical ha afectado a Nashville, mirando desde distintas perspectivas, es ameno, muy informativo, breve e interesante, les guste o no la música que exporta la ciudad en cuestión.
En su nuevo single, no incluido en el disco, las chicas de Perfume se mueven entre imágenes fractales, imágenes de si mismas repetidas en distintos medios, paisajes irreales, velocidades de filmación que descubren aspectos desconocidos, movimientos robóticos y sus ya conocidas coreografías. La canción no es uno de sus picos, pero tampoco es desestimable, además de seguir conjugando toda la serie de temas que hacen que me resulten apasionantes: la emotividad y la sensibilidad como motor del consumo interno del país, la sensación de esperanza, de nuevas posibilidades y de optimismo por el futuro coincidentes con los mensajes del gobierno o las campañas para la defensa del medio ambiente (protagonizaron una) como modo de colocarse en el nuevo diseño y la diplomacia global, la fascinación por la figura del robot como metáfora del espíritu inasequible que los gobernantes durante décadas fomentaron provocando el milagro económico, la extensión y fragmentación de lo humano a través de y gracias a la tecnología, etc.
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