Ayer en un momento de rabia, decidí escuchar el maxi de Cassy “A Poem for You”. La mayoría de las ocasiones anteriores en las que me había acercado a escucharlo me había parecido demasiado seco y cabezón, demasiado consciente de si mismo como para ser disfrutable. Pero uno ya está acostumbrado a tener que esperar para encontrar el punto a la música de esta mujer que es amiga de gente muy conocida (Villalobos) o ha publicado en sellos donde es un milagro poder colar una referencia (Perlon).

Pero sabía que en ese momento era lo que me apetecía escuchar: el arreglo minimal de percusión, zumbidos que se repiten periódicamente, voces a medio camino entre lo emocionante y lo inquietante, ancladas y congeladas en el lenguaje, desvaneciéndose, haciéndose visibles en las acometidas del delay, la telaraña de la repetición dejándolo a uno atrapado en el continuo juego de semejanza y variación que se produce en la mezcla, espartana, esencial, donde el reducir el volumen de un canal hace resaltar los elementos de forma esporádica antes de volver al punto de origen, distorsionando la percepción temporal y espacial, dejando entrar un acorde de sintetizador pulsado durante minutos como un bloque de sonido que atraviesa el horizonte del tema, robando las palabras que formaban la frase y dejando sólo el recuerdo de estas mientras una línea de bajo crece y lleva el tema a su final. Se queda así durante tres minutos, olvidando uno el significado de la frase, atendiendo al nuevo diálogo propuesto. En el segundo tema, el crescendo se logra administrando el timing, la aparición y la repetición continua del coro y de las dos líneas que pronuncia la voz principal, mientras el resto de los elementos presentes continúan con la misma tendencia sonora y el mismo tipo de producción, el piloto automático de los loops funcionando con su propia lógica, siempre anticipando un posible cambio que puede estar a punto de llegar o no, esta vez desapareciendo estos de la mezcla para dejarnos con la insistencia de la petición. Dicen que no es lo mejor que ha hecho y que comienzan a ser predecibles sus temas. Puede ser. Realmente no me importa en este momento.