La semana pasada al mismo tiempo que se anunciaba en todos los medios la publicación del nuevo recopilatorio de Strut sobre Italo Disco, en Popjustice le dedicaban una entrada con el titular “Boring italo disco compilation alert” y reclamaban el lado más comercial y petardo de ese sonido. Sí, quizás era una respuesta fácil, pero la verdad, ese recopilatorio me chirría demasiado, porque es evidente que resulta demasiado contemporáneo en su planteamiento, completamente integrado en el juego de “esta música es importante porque fue la influencia de (insertar nombre de grupo actual)” que ha devaluado cualquier sentido de lo especial que grupos como los Smiths, Pixies o Joy Division pudieran tener hace años. En este caso es el techno de Detroit y la música house. Y el problema es que la idea resulta más interesante que la selección actual de música. Mirando por otra cosa en un libro sobre música disco, recordé que había un capitulito dedicado al género y toda aquella canción que allí mencionaban como influencia evidente de lo que después sería el house (según la fórmula “Salsoul + Italo= House Music”), no aparecía en el listado, pero si alguna de esos artistas. Del mismo modo el recopilatorio que ha publicado Soul Jazz sobre la evolución del MC y la influencia de la cultura jamaicana en la música británica ha sido despedazado en algunos foros no tanto por la idea como por el problema de tener que licenciar temas y dejar que estos sean más importantes que la relevancia histórica actual de las grabaciones. De hecho, esa crítica se la llevan haciendo a Soul Jazz desde terrenos especializados desde los comienzos del sello (Woebot publicó una y uno de los dueños del sello le contestó casi amenazándolo, después también comentó como las secuelas de “New York Noise” le resultaron más interesantes que la primera, porque es donde estaban todas las rarezas). Lo que no quita su merito, utilidad y valor, pero no se, no recuerdo haber escuchado alguno de forma continua, no le encuentro el punto, demasiado breve para ser una panorámica demasiado variado para tener valor de archivo (típica recopilación de un artista o productor jamaicano donde recuperan 15 versiones distintas de un mismo tema) pero claro puedo estar equivocado, me gusta la música de Lindsay Lohan, por ejemplo.

Un sello que publica recopilatorios que si me apasionan y que logran descubrirme cosas desconocidas (como los sacred harp singers) es Dust-to-Digital. Ante sus próximos lanzamientos sólo puedo decir lo siguiente:

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