Mientras veíamos las noticias de Cuatro al mediodía, y emitían el reportaje sobre el castigo sin salir que Disney había impuesto a Miley Cyrus, lo provocativo de la foto en Variety, o de sus fotos colgadas donde enseña el sujetador o aparece con un chico o una sesión fotográfica donde ella posa con su padre como en una sesión de modelos, recostados el uno sobre el otro y nos hablaban de la sexualidad de una chica de 15 años (que se ve que no tienen hasta que son mayores de edad o llegan al matrimonio) que lleva a sus espaldas una franquicia que ha generado más de 1000 millones de dólares, mi hermana me pregunta:
- ¿Qué es? ¿Una nueva Britney Spears?
- Necesitarán otra.

El chico de White Plain Ts sigue gustando del mismo patrón de chica en su nuevo videoclip. Teniendo en cuenta que su anterior canción (ese éxito “romántico” del año pasado) era una declaración de amor a una deportista de élite de su instituto a la que apenas conocía, que tenía y tiene otro novio y que paso por el trance de escuchar la canción y después comprobar como sonaba en todos los sitios donde iba, la resemblanza que tenía la chica del video de “Hey there Delilah”, su vacío musical encadenándose en la larga lista de canciones donde las metáforas del chico que no puede abrazar o tener a la chica cerca representan la masturbación,…

Por la noche en Cuatro, la noticia musical ha variado. Ahora es el disco de versiones “del grandísimo Tom Waits” mientras ponen la misma imagen de siempre de ella encendiendo un cigarrillo en una película de Woody Allen. Afortunadamente me quedo dormido.

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