Un ejercicio práctico



Admito que me las había apañado estupendamente hasta esta tarde para evitar escuchar cualquiera de las canciones que ha interpretado Selena Gomez para las bandas sonoras de películas que protagoniza o no. En la práctica suelen tener más significado una vez que se ha creado un concepto de marca en forma de carrera discográfica. Entonces son caminos no transitados, futuros posibles. Ahora son aperitivos a algo que puede no materializarse nunca. En cualquier caso, los estadios han sido los siguientes durante esta tarde:

1. “La canción suena exactamente como uno imaginaba que sonaría.” El estilo de producción, los sonidos y las estructuras escogidas, la sensación de que no es necesario saber cantar (lo que signifique “saber cantar”), ya que parece frasear hasta la llegada del estribillo, etc. El argumento de “suena a plástico como si cantara la Barbie que realmente es”. Es decir, no me sorprende, no me parece decir nada nuevo. Puedo reconocer elementos tomados de aquí y allá, diciendo que ya los había escuchado con más gracia. Suena un tanto desesperado, creo que no es gran cosa.

2. “Creo que me gusta eso de ahí.” Los acordes pulsados marcando ritmo y tensión en el sintetizador durante el estribillo que desembocan en relajo al final de este, los coros en las partes “tranquilas”, las texturas de guitarras de sonido masticado, en arañazos breves o acordes resonantes como manda el sonido nuevaolero mainstream mientras ella oscila entre lo estático (el título de la canción) y la velocidad tratando de introducir más palabras dentro de los espacios, el placer simple de ver como alguien sabe manejar los códigos de este tipo de canciones. Sigue sin matarme, pero puedo disfrutar de ello.

3. “Está bien pero no está bien”. Creo que lo disfruto. Al menos, lo reproduzco con asiduidad. Puedo encontrar relaciones directas o por homología con otras canciones, otros intérpretes que respeto o admiro con mayor vehemencia. Puedo fantasear colocándolo en distintas posiciones e intensidades dentro de un continuo de acontecimientos, más o menos cerca del centro, en las afueras o en relación de proximidad con este. Sí, cumple una función.

El ejercicio debería comenzar ahora: olviden la canción y olviden a la niña de Disney. Imaginen un tema de un artista que desconozcan de un estilo cual se quiera del que disfruten activamente como oyentes. ¿El proceso de abatimiento, reconocimiento y juicio aproximado es similar? ¿La escucha realmente es “activa” o es un simple descansar en patrones y significantes con un valor emotivo en lo personal?

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