Una de las cosas que debería haber pasado ayer es lo que viene a continuación, pero el tipo que hizo la filtración del LP (no es la versión CD), decidió colgarlo en Mediafire consiguiendo que no lo descargara nadie y que el archivo fuera eliminado por el servidor.



1. “The only choice” Bonitos sonidos de copia promocional (3-0-0-0-2-4). La típica rítmica del productor y unas capas de sintetizador (suenan como secciones de viento) que no avanzan y suenan entre melancólicas y solemnes, cinematográficas. Melodías inconclusas en otro pad. Cesan, quedan chasquidos de vinilo, el bajo típico del dubstep resonando hasta que aparecen unas capas de sonidos conseguidas a partir de feedback.

2. “Krdl-t-grv”. Una voz anuncia el tema del título. La rítmica entra directa. Un sintetizador hace un sonido que suena entre láser y como un pájaro artificial, mientras los acordes parecen sacados de un disco de techno de Detroit. Otra pista de sintetizador aparece pulsando unas notas, también de forma expresiva y “emotiva”. Estos sonidos se alternan con fills donde la melodía suena angulosa, cortada, creando sensación de movimiento, de giro sobre si mismo y continuo cambio de perspectiva. Los motivos iniciales vuelven. Muy pop en ese sentido. Las “voces” tienen un sentimiento rave, que no sabría explicar muy bien aunque podrían estar sacados también de un anuncio de un disco de Ghost Box. Nueva transición.

3. “Right star” Nueva presentación (esta vez con voz femenina). Un latigazo de sintetizador (metálico, inquietante, melódico), el bajo zum-zum-zuuuum, más elementos amenazadores, una progresión de acordes que suena exactamente como uno imagina un tema rave, aunque más lento, menos frenético. Las ideas siguen repitiéndose por ahora: la evolución de los temas, el entrecruzamiento de los distintos bucles de sonidos, la estructuración de estos antes de que dejen de ser hipnóticos para ser aburridos mediante unas estructuras (presentación-desarrollo-descanso-vuelta a empezar, aunque menos esquemático, siempre con pequeñas modificaciones para no parecer que se ha puesto el piloto automático). Nueva transición.

4. “Seventy four” Bombo y palmas sintéticas. Sonidos entrecortados, un sample de un suspiro, sonidos de pájaros (¿?), otros elementos ominosos, un pad entre mala simulación de acordeón y harmonio, que crea todo el cuerpo de la armonía del tema con sus sonoridades ensimismadas y algo religiosas. La intensidad va creciendo mediante la acumulación de elementos que funcionan rítmicamente (no solo la percusión, acordes de órgano pulsados brevemente que van soltando la presión a la vez que la incrementan). Oh. Ahora mantiene la misma armonía que se venía repitiendo pero superpone otro sintetizador y el anterior se desvanece. Este es luminoso, panorámico. Muy bonito. Ahora cesa y quedamos a merced del bombo, mecidos entre los riffs repetitivos. Muy majo para mover la cabeza.

5. “Little things”. El disco suena muy bien. Muy clásico al aproximarse a digamos, otros clásicos de la electrónica que se movían entre la pista de baile y la habitación. En este tema, regresan por momentos aquellos sonidos entre el dub y el techno de sus primeros lanzamientos “dubstep”.

6. “Vancouver” Más espacialización del sonido mediante el delay y el eco. Creo que todo el tema va a consistir en el jugueteo y desarrollo de esta idea. Aparecen riffs que imitan el sonido entrecortado y acelerado, si quieren D&B o dubstep sobre la base, muy breve, machacona, también muy rave. Ahora cambia la base. Y otro cambio. Otra línea de bajo. ¿Es malo que me esté fijando o pueda ver estos cambios en la programación de los eventos? Todo suena muy, erm, Martyn, con esa incertidumbre emocional y no ha habido todavía ningún momento de emoción pura (gracias a la entidad que prefieran).

7. “These words” Cantan. Entre house clasicote (aunque sin la voz), algunos dejes pop y leves resonancias a la electrónica mainstream europea. No estoy seguro que me guste la canción (que juega con la idea de la extrañeza de esa idea como si se abrieran nuevos horizontes sonoros a cada paso), pero igualmente una manera de diversificar la propuesta y evitar el aburrimiento.

8. “Bridge” Un minuto y cincuenta. Chasquidos y sonidos claros de piano, melancólico, pero acordándose del tema anterior antes de hacer algunas variaciones (acordes y melodía a la vez, cada mano a lo suyo).

9. “Elden St.” Y aquí viene el bombo y los arreglos in the face para ponerse a bailar (las disonancias al fondo como siempre, no somos la modernidad). Tampoco es que sea una locura, oh, ahí vienen las voces y los platillos. Más melodías marca de la casa. Y vamos subiendo. (¿Tendrán que escucharme los vecinos a esta hora de la madrugada pegando saltos en el salón?). Momento de espera/tensión. No, pero no dejo de mover las caderas. Me gustaría saber a que me recuerda esto. Supongo que debería haber escuchado los discos de Photek.

10. “Far away” Otra pequeña melodía, reverb, movida por el estéreo. Otra pista vocal y la base en la cara. Aquí viene el bajo, aunque la voz había desaparecido. Más resonancias dub. “I want you let me” (¿?). Más sonidos, esta vez moviéndose entre el techno, también conocidos, pero muy bien distribuidos a lo largo de la duración del disco. Más sintetizadores, más sonidos crujientes que pueden recordar a las imperfecciones de Burial. Yo quiero esto en un CD sonando a toda leche por los altavoces. Otra vez la melodía que vuelve. Uno de esos arreglos como de cuerdas, de “esto es más grande que tu y yo”.

11. “Hear me”. ¿El tema de ansiedad urbana para que la gente diga que esto es dubstep? Aquí viene otra pista vocal, pero el bajo aquí si es claro. ¿Esto (otro de esos pequeños arreglos, breves como el del tema cuatro) debería hacerme bailar? Propongamos a este tema por ahora como nuestro candidato al botón de saltar corte. Pues si que no va a ningún lado, pero que bien lo disimula.

12. “Is this insanity” Sonidos levemente orientales. Recitado. ¿Es The Spaceape? De nuevo cambios muy marcados en el arreglo de la canción ahora que no necesita llevar todo el peso del desarrollo, hay momentos 2-step, más de esas melodías como la del tema anterior, esas secuencias de acordes techno, etc. Como el tema siete pero más orientado hacia los sonidos “arriesgados”. Sueno muy cínico ¿no? Pero sí, voy a escuchar esto mucho hasta el verano. Ya nos iremos quitando el cinismo.

13. “Brilliant orange” Vuelven las atmósferas grandiosas (aunque no suenan grandiosas, digamos como una b.s.o. de una película de ciencia ficción, por ahora sin beats). Y como dura tres minutos, tampoco creo que aparezcan. Me recuerda a las emociones de aquel tema breve que había en “Loveless” (aunque en lo estético no se parezca nada).

14. “Natural selection”. Este ya lo había publicado por separado, así que su función obvia es la de cierre de sesión. Así que resumiendo: un disco muy agradable, sin almíbar, supongo que no suena “rupturista” o “arriesgado”, melódico, sin ninguna gana de sonar oscuro o “duro”, narrativo pero sin entrar a ser novelesco o entrar en pleno modo en la estética “este-es-el-disco-del-año”, etc. Tan entretenido como el disco de 2562 del año pasado, pero con todos los detalles de estilo que se podían esperar de este productor. Así que Martyn no es dios.

Oh, espera… que el último corte dura trece minutos y ya ha acabado a los seis y pico. ¿Qué habrá al final del túnel?... OMG. ¿Tú también?

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