Otra cosa a la que le he estado dando muchas vueltas es la postura “crítica” y “política” defendida en este artículo sobre el regreso de Spandau Ballet (y según el autor del sonido del Thatcherismo). No creo que simplemente sea porque me gustan algunas producciones de Stock, Aitken y Waterman, pero creo que la idea de reducir al enemigo a lo más inane resulta cuando menos un método dudoso. Ya se, pueden representar los valores dominantes, la ideología y la temperatura de dicha sociedad, pero creo que realmente todo puede cumplir esa función. Esto viendo los DVDs recopilatorios de Tommy Heavenly6 y Tommy February6, y cada vez tengo más claro que son una gran exposición del desgajamiento del gusto estético entre la infancia y la adolescencia. Así Tomoko Kawase (que nació en el 75) tiene en la versión inocente referencias a SAW, los nuevos románticos, el italo disco “hortera”, etc. mientras que su versión “gótica”, para cortar con esa bobería, para asustar a ese pánfilo que se era durante la infancia, se dirige hacia la oscuridad y los sonidos de guitarra más propios del rock alternativo de principios de los noventa (The Brilliant Green se formaron como grupo en el 95). Lo interesante es la forma en que se recuerda el pasado en ambos proyectos. Por ejemplo este es el primer single de Tommy February6 y una unión casi perfecta entre Kylie Minogue y “Bizarre Love Triangle”.




Según la “lógica” de “izquierdas” representada por el artículo, ambos términos no se podrían relacionar, unos son vacíos, los otros llenos de contenido y bla, bla, bla. Es decir, apoltronarse diciendo que nosotros no nos hemos movido de donde estábamos. Y sin embargo el mundo ha cambiado y lo que hacíamos ya no sirve para nada.




Leí este libro, que es un tanto aburrido en determinadas partes y que explica bastante de ese proceso que “no se quiere ver” que ha llevado a su situación actual a la izquierda política.



Quizá debería leer este otro antes (lo tengo pero es un tocho de cuidado, aquí la intro en español), que explica como las ideas revolucionarias surgidas a partir del 68 fueron asimiladas por los cursos de marketing y empresas, la transición hacia la “flexibilidad laboral” y la “libertad personal” desde una industria fordista a una post-fordista que desmonta por el camino el poder de los sindicatos llevándolos desde su posición de representantes del movimiento obrero a esos tipos que no trabajan y cobran de las empresas (a saber cuantas veces he escuchado eso en determinados medios de comunicación), valores que después se materializarán en la revolución informática de los noventa (decía Bruno Latour, y se puede estar en desacuerdo (yo lo estoy) que la diferencia entre el comunismo y el modernismo era que uno explotó a su gente y sus recurso hasta su agotamiento mientras el otro los exportó a otros países para que no se vieran, pero en lo básico, el proyecto de la modernidad es eso, encontrar siempre nuevas posibilidades, nuevos problemas, nuevas soluciones e ideas, nuevos mercados que explotar) y como decían no hace tanto Kodwo Eshun y Kode9, la teoría de la larga cola es simplemente un producto de eso, infinitas posibilidades sin necesidad de espacios físicos, como la burbuja económica que nos ha explotado en la cara.

0 comentarios:

Archivo del blog