Suponiendo la existencia de dos grupos distintos (el de los singles y el de los discos, y considerando justamente al segundo como un accesorio del primero), el arco temático de la última etapa de Morning Musume se nos muestra claro y angosto como pocos. Con la aceptada tangente de “Pepper Keibu” (una versión promocionando un disco de versiones) y ese mensaje de una civilización alienígena a la humanidad (y aún así, funcionando como un posible nunca una realidad) de “Mikan”, el panorama dibujado por “Onna Ni Sachi Are”, “Resonant Blue”, “Naichau Kamo” y el actual “Shouganai Yumeoibito” (todos los enlaces subtitulados), no deja ser el mismo, el de un universo de dudas, incertidumbres y soledades de personas que circulan por los espacios del capital, sin capacidad para encontrar su lugar ni en la vida ni en el amor y donde la esperanza nunca aparece como una luz al final del túnel, sino como un mecanismo de autorregulación que impide que el sistema se desmorone.

Hablando de minimalismos, aquí está el nuevo single de Mano Erina, chica-mujer que pasa de la felicidad a la indecisión, la rabia o el compromiso con modificar levemente la postura de sus labios, y cuya música, hasta ahora, se mueve entre las baladas introspectivas y los temas bailables extrovertidos, siempre siguiendo la misma suma de elementos y estrategias formales que podríamos describir con los títulos de sus tres primeros singles (“Manopiano”, “Lucky Aura” y “Lalala Sososo”) entretejiendo una telaraña de ganchos musicales y visuales en los que quedarse atrapado. Y en este vídeo además baila.