Mierda

Una conocida tendencia dentro de la biografía considerada como objeto último del arte, es aquella donde las músicas “extremas” no son leídas de un modo estético-musical, ideológico, sonoro o emotivo, sino como un indicio de las condiciones en las que han vivido sus creadores. Es una tendencia que suele desagradarnos, ya que no es que no creamos que las circunstancias económicas, sociales, morales, culturales, etc. en las que se encuentra el creador en un momento histórico no se “filtran” en lo que está haciendo, sino que esta tendencia parece convertir a dichos creadores en ejemplos de un libro de autoayuda. “El arte es sufrimiento y debemos perdonar a XXX por hacer esa música tan disonante ya que pasó por unas circunstancias horribles”. Dicho lo cual, creo que vamos a intentar hacer justo eso en la entrada que viene a continuación.



Una escena cada vez más conocida dentro del mundo de la EAI es la de un pequeño grupo de improvisadores surcoreanos que orbitan alrededor de todo aquello que termina siendo una “escena” (unos cuantos festivales, lugares, sellos discográficos propios, público, medios, etc.) cuyas improvisaciones, en la mayoría de los casos giran alrededor del uso de tecnologías cotidianas (discos duros, tocadiscos, grabadoras, relojes, etc.) con resultados sonoros que se mueven de manera ambigua, intermitente y con una sensación cercana a la desidia entre la elección del ruido o el silencio, la complejidad o la acción sencilla,, lo rítmico o los sonidos prolongados, etc.



Tras la “presentación en sociedad” (casi mejor, la clara llamada de atención) que supusieron los cinco volúmenes (de tiradas muy limitadas y ya agotados) de la serie “Module”, estoy tratando de escuchar algunos de los lanzamientos más o menos recientes.

Ryu Hankil crea ambientes sonoros con los cuales musicar los poemas de Iida Katsuaki, algo curioso cuando se descubre que Hankil no entiende el japonés en el que estos se recitan (aunque después se presentan en varios idiomas en el libreto que acompaña al disco). Es decir estratificación de los niveles de lectura e interpretación.

Jin Sangtae escribe lo siguiente en las notas de su “Extensity of Hard Disk Drive”:


"From his experience as a part-time worker in Yong-san electronic market, he has developed his way of playing electronic goods such as radio, laptop,computer power, and hard disk drive. On this album, he used two hard disk drives as speakers. When feedback sound goes into the hard disk drives they vibrate and emit sound. Jin Sangtae picked up those sounds in his studio. The result is a mixture of sound from electronic signal and physical sound from hard disk drive ticking, creating a broken groove with the ambience of the studio." - label

"When I first played improvised music, I used many hard disk drives with radio to pick up and amplify hard disk drives' internal electric noise. Hard disk drive and radio are one of my main interests, which began from 1994 when I worked at Yong-san electronic market.

My initial way of playing was making linear feedback with disassembled hard disk drive which was converted into speaker. But for this CD I limited the sound by physically connecting two disassembled hard drisk drives and manipulating the vibration that occurs when they emit sound. Although mic captured the sound from the recording space, I also tried to limit the range of that ambience as much as possible. It seems that feedback containts the ambience itself in a certain aspect, but I wanted to narrow down the feedback intwo hard disk drives and play as if the sound was locked inside. Because I was sensitive to the space of the recording studio when I did this recording, I felt I was improvising with the space because the location of the mic and how I play was influenced by the space. And it was different from confronting the silence."


En su colaboración con el cineasta Lee Hangjun, Hong Chulki improvisa músicas a partir de los sonidos producidos con un tocadiscos (sin disco obviamente), para las composiciones, en pantalla partida, de imágenes deterioradas de aquel, obviamente, cada una moviéndose a una velocidad y con un destino distinto.



Toda esta perplejidad, que es una de las razones por los que merece la pena para escuchar estos discos en una época donde la abundancia y sobreexposición de música provoca la ausencia de respuesta ante esta, y extrañeza, y cotidianeidad que se puede observar en los distintos vídeos en YouTube que salpican este texto, sin embargo no me parecen una “invención” o “estrategia” del grupo, sino una respuesta al entorno musical.



El pop mainstream surcoreano, y algunos de los grupos indies que he escuchado tampoco resultan particularmente diferentes, cada vez que me he enfrentado con él (aunque claro, hay excepciones), me resulta un tanto deprimente y desolador. No tanto cuando se vuelve recargado, frívolo o “extranjero”, pero sí en esas baladas y tiempos medios. No es algo que encuentro de manera tan clara o explícita en el cine o en las series televisivas, pero es como si el sueño neoliberal del fin de la Historia se hubiera cumplido y nos hubiéramos quedado a solas con nuestras emociones, sin ningún problema que nos perturbe.



Obviamente todo esto es una mierda y son prejuicios que puedo haber sacado por el único contacto con la cultura mediante canales televisivos internacionales con aromas “educativos”. Sin embargo, como digo, ni la cultura tradicional ni las costumbres me resultaban para nada ridículas, o los programas obviamente promocionales sobre el lenguaje o los desarrollos tecnológicos del país me resultaban cargantes más allá de la obviedad del enfoque. Sin embargo, el primer blog decente sobre música que encuentro buscando es uno que anuncia que tiene “todos los rumores”. Y por ejemplo, uno ve este video supuestamente provocativo y ve el curioso enfoque que toma la “revelación” hacia lo que pensará “el público”.



La mojigatería del público. La mojigatería del público. La mojigatería del público.La mojigatería…. …el público. El sacrificio para sacar el país adelante. La resignación. La profesionalidad. La endogamia. La serenidad despejada de saber que este es el único mundo posible. El final de la(s) ideología(s). El consumo como distinción. Como forma de escapar de la realidad. Somos responsables. Somos conscientes. Somos. Victimas. ¿Cómo podrían disparar nuestros hermanos una cabeza nuclear contra nosotros (tras todo lo que hemos pasado y lo que somos ahora)?

En el número de marzo de Cahiers du Cinema España, Jean-Michel Frodon arremete contra esa crítica insoportable, heredera que no intérprete del Adorno que decía que era una barbaridad escribir poesía lírica tras lo sucedido en los campos de exterminio nazi, que dicta aquello que es moral, aquello que es posible, aquello que es válido, siempre que coincida con sus preceptos de antemano. Otro más de esos discursos angostos donde nada más puede existir más allá de los portadores de la antorcha de la verdad. Podríamos hablar de aquellos que se llenan la boca de dignidad, de derechos humanos (los de aquellos que los tienen, vean después los cadáveres de los otros expuestos en noticiarios o en dobles páginas a color en El Mundo), de libertad y constitución, de aquellos que nos recuerdan los peligros del totalitarismo cada vez que los derechos individuales (los que les afectan a ellos al menos) sufren algún tipo o la posibilidad de variación, pero igual podríamos estar hablando de los practicantes de la deconstrucción, aquellos que se regocijan en el Apocalipsis citando a Baudrillard, los ecologistas, los economistas del libre mercado incluso los infinitos pliegues de la ideología en Zizek. En este caso citaremos al Bruno Latour de “We Have Never Been Modern” hablando sobre los discípulos de Heidegger:

Who has forgotten Being? No one, no one ever has, otherwise Nature would be truly available as a pure ‘stock’. Look around you: scientific objects are circulating simultaneously as subjects objects and discourse. Networks are full of Being. As for machines, they are laden with subjects and collectives. How could a being lose its difference, its incompleteness, its mark, its trace of Being? This is never in anyone’s power; otherwise we should have to imagine that we have truly been modern, we should be taken in by the upper half of the modern Constitution.

Has someone, however, actually forgotten Being? Yes: anyone who really thinks that Being has really been forgotten. As Lévi-Strauss says, ‘the barbarian is first and foremost the man who believes in barbarism.’ Those who have failed to undertake empirical studies of sciences, technologies, law, politics, economics, religion or fiction have lost the traces of Being that are distributed everywhere among beings. If, scorning empiricism, you opt out of the exact sciences, then the human sciences, then traditional philosophy, then the sciences of language, and you hunker down in your forest –then you will indeed feel a tragic loss. But what is missing is you yourself, not the world! Heidegger’s epigones have converted that glaring weakness into a strength. ‘We don’t know anything empirical, but that doesn’t matter, since your world is empty of Being. We are keeping the little flame of Being safe from everything, and you who have all the rest, have nothing.’ On the contrary: we have everything, since we have Being, and beings, and we have never lost track of the difference between Being and beings.


Mi canción favorita de lo que llevamos de año, trata (y creo consigue durante su duración) de escapar de toda esta realidad. Y si conseguir en tres minutos borrar todo lo escrito anteriormente hasta el punto de querer abrazar a un pilar a las dos de la madrugada para compartir mi humanidad, no es suficiente logro, no se que es lo que esperan de aquello. Puede que sea en el fondo una bobada, un globo del que caer de nuevo a la triste realidad, un bajón tras el subidón, pero eso es una forma, más modesta, más de andar por casa, de poner en cuestión la realidad como está construida. Quizá estos músicos improvisadores surcoreanos no creen que su ruido quiebra la circulación de los valores establecidos o el sistema capitalista. Es difícil creer en esto,



en una oposición cuando "The politics of multiple identity, each of us telling our story," he says, turning on the gospel of multiculturalism, "is precisely how global capitalism functions at the level of ideology. I totally disagree with everyone who says that global capitalism is culturally uniforming. No! Global capitalism is strictly, infinitely multicultural. It's niche markets." Pero sigue quedando la intención.

3 comentarios:

Little Turtle dijo...

megaupload baja como la seda

un giga en una hora y media!

Little Turtle dijo...

ah!

cuento con shirin y 35 rhums, si te interesa, pasame un mail y te lo envio via pando.

anhh dijo...

Me interesa pero durante vacaciones no tengo una conexión fiable a internet así que... Además no me ha dado tiempo ni ha a subir lo que había prometido... en fin...

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