El problema de escribir un blog como este, que junta churras con merinas y que está lleno de fallos de bulto, es que cuando llegan los profesionales, lo dejan a uno a la altura del betún. Habrá que retirarse.

Hidden Dangers

The Advisory Circle sacan nuevo disco. Oh, ya, no debería hablar de esto, nunca continué con aquel artículo. Básicamente es que hay dos tipos: la de Simon Reynolds y la de K-punk. Seguramente para entender la primera tenga que ver un montón de cosas que emitían en la televisión, la propia historia de la BBC y la historia política reciente del Reino Unido para captar el contexto. Y después extrapolar. Eso lleva tiempo e investigación.

Además también tengo que pensar si me interesa dedicar tanto tiempo a algo que arroja estos resultados.

Esta es la famosa canción donde Girls Aloud critican a la música indie ¿por qué no? Todos sabemos que el indie es un movimiento que tiene unos ideales estéticos, unos sociales y un proyecto económico (el capitalismo “justo”), pero que no tiene ningún ideario político, o este es tan difuso que permite cualquier ideología política, desde el anarquismo a la extrema derecha. Viendo una entrada como esta, donde se muestra el aprecio que tiene el indie por la endogamia y su política racial, ese majestuoso leit motiv de “el color de tu piel no importa mientras hagas indie”, uno no deja de imaginarse este mundo de la democracia parlamentaria tan burgués que le gusta tanto a la derecha. Porque en el fondo, el indie no tiene proyecto alguno, es sólo el opuesto de los valores predominantes (o lo era) y lo único que reclama es la misma sociedad pero dominada por esta perspectiva. Pero claro, es un bien conveniente, todos sabemos que el indie es inteligente como bien se demuestra en esta promo del nuevo disco de Crystal Castles.

¿Por qué no cagarse en ellos si ellos se cagan en todo lo que no sea lo suyo? Además se inventan razones filosóficas para mostrar su complejidad. Lo mejor del indie es que es una ideología que parece natural una vez que la adoptas. Tratas de escapar de ella, recurriendo a otros estilos como el pop comercial, la música jamaicana, el hip-hop o el R&B y parece que has escapado de ella. Entonces, la música de estos movimientos musicales cambia (por eso se llaman movimientos) y los valores estéticos que creías encontrar en ellos desaparecen de un plumazo, dejando como un perro con el rabo entre las piernas volviendo al redil, porque ya sabes, esta es música de verdad, esto es realmente lo que quieres oir. Llevas años autoconvenciéndote de ello. ¿Quiénes son esas tipas para criticarlo? ¿Por qué deberían tener una opinión? ¿Quién les ha dado ese privilegio? Si son simples arribistas de la clase trabajadora. La rubia tenía tres trabajos para pagar un piso de mierda y estaba tan desesperada por poder tener dinero para dedicarse a cantar que se convirtió en “Vecinita FHM”. La que está casada con un futbolista que le pone los cuernos viene de una familia con ni se sabe cuantos divorcios y tuvo un juicio por darle una paliza a una chica en los cuartos de baño de un club. La otra que era camarera. La otra que vivía en una caravana. Bazofia. ¿No eran esas las tías que en su primer disco tenían un software que las borraba para que pudieras ser tú una Girl Aloud y cantar en karaoke? Fíjate la importancia que tienen, morralla. Lo peor de la sociedad.

Me hizo gracia, hace unas semanas cuando tocaba el segundo debate de nuestros líderes bipartidistas, en la COPE se pusieron las pilas y criticaban el electorado que atraía el PSOE: incultos, los pobres, los vagos y los drogadictos, esos sesenta y ochistas que no tienen cultura democrática y no votan, la gente de esa jaez (que es la palabra que usan para que veas cuantas palabras usan cuyo significado desconoces (que usan bastante en los sermones de la conferencia episcopal)). Ya conocen los comentarios de Sánchez Dragó sobre como la gente con cultura vota al PP en Andalucía, mientras la gente del campo (untados por el PER, supongo) vota al PSOE. En fin, que siempre me ha llamado la atención el tono tan indistinto que se usaba en ciertas críticas, foros y revistas.

"wow, Make-up a 12 year old to look like a teenage hooker,add some tinny & overprocessed bubblegum beat and top it off with lyrics that have about as much personal & sentimental meaning as a pre-written hallmark card. Combine all of the above, and america has new a tweenage pop-star overplayed on mtv, while the public laps it up for all the 15 minutes of fame this chick is worth. these marketing geniuses have manipulated the music industry into making products for profit as opposed to musicians".
(Sacado de los comentarios de Youtube del video de esta chica de Disney. )

Hagamos chistes políticamente incorrectos (gruesos pero sin ingenio):

Por X $ puedo tener a Ashley Tisdale a cualquier hora que me plazca a mi disposición en mi cama.

Ja-ja-ja. Viene hasta con CD. Así las niñas se pueden creer que la música es algo superficial que se quita y se pone como quien se pone un vestido, en lugar de una cosa seria.

¿No es Hannah Montana una versión de carne y hueso de Jem y los Hologramas?

(la misma crítica de fondo, las mismas oposiciones masculino/femenino, los mismos prejuicios, el mismo debate)

En una reciente columna sobre la película de Hannah Montana en Pitchfork, el escritor se inventaba con una chica que le daba las razones para criticar lo que estaba viendo: los niños convertidos en consumidores, las grandes sonrisas vacías de contenido. En un momento, la supuesta chica (representante de los valores viperinos de la especie humana, como no podía ser de otra manera) se preguntaba para qué servía esto si había miles de personas muriendo de hambre en el mundo. Es una gran pregunta. Obviamente el 7” en vinilo transparente en edición limitada que compraste de la última sensación indie, salvó miles de vidas. Bueno, al menos la tuya, que como es del primer mundo importa. Todo el artículo es una gran loa al ir a vivir una experiencia y no querer integrarse porque uno es, obvio, superior en su nivel cultural. La única perspectiva válida es la mía.

Lo gracioso de esta cultura de la fama, es que la mantenemos para no volvernos locos, para desahogarnos. La cultura de los Idols en Japón funciona de este modo. Las chicas de AKB48, bailan torpemente y finger ser inocentes, tontas, para que la gente se pueda sentir confortable, llegar tras un día de humillaciones en el trabajo, en las relaciones comerciales y en las personales y por un momento, poderse sentirse superior a alguien. Poder insultarlo y así reestablecer su confianza en si mismo como una persona de valía.Lean este artículo en el New York Times. Y este es el otro tono que gastan páginas web como Stereogum, ya saben, esa que montó un trabajador de la MTV y cuyo dominio vendió recientemente por cinco millones de dólares. Super-alternativo.

En la entrada de YUI, hablábamos como durante la adolescencia uno crea su personalidad hacia el exterior mediante la repetición de unas características formales. Una forma de vestir, andar, llevar el pelo, etc. que trata de mostrar unos valores propios, una forma de estar en el mundo. En el caso de YUI, llevar siempre la guitarra, el mismo corte de pelo, la alternancia entre el blanco y el azul en la ropa, y seguramente, el gusto por ropas sencillas y cómodas para realizar cualquier tarea diaria (por tanto, vestidos no). Una cosa que parece clara, es que todo el mundo que es indie, lo hace en sus años de adolescencia o en los de posteriores, pero raramente se ve el caso de alguien con cuarenta o cincuenta años que cambie el chip y de repente se haga indie, cambie su forma de vestir, etc. Lo que quiero decir es que el indie como tal responde a esos mismos patrones para crearse una personalidad. Hasta el tipo de música que puedes escuchar es limitado en sus horizontes (aunque la cantidad de vaqueros que puedes comprar es casi infinita, todos tienen sus pequeñas variaciones de personalidad). Una sensación rara que tengo al visitar a un amigo es que el lleva desde hace años escuchando música gótica y yo siempre que he ido a visitarlo le he ido poniendo la música que escuchaba y como iban variando mis gustos. Entonces tengo este momento donde me miro con los ojos de mi amigo y veo como el me tiene que ver, como las barreras que voy poniendo al mundo continuo levantándolas, o las sorteo, o las tiro abajo y trato de enfrentarme al exterior a medida que me hago mayor. Y todo el mundo tiene sensaciones parecidas cuando ve a los adolescentes de ahora preocupándose por maneras de vestir, por lo exagerados que son al mostrar sus emociones, por lo entusiasta pero superficiales que son sus opiniones hasta el extremo de que los hacen parecer gilipollas. Pero el asunto está en que en cuestión de emociones… puf… uno puede estar la vida cometiendo los mismos errores. Las emociones no son profundas, lo son las construcciones que se hacen alrededor de ellas. Y tal vez la mejor palabra no sea profunda, es aparatosa.

Los Planetas tardan década y pico para descubrir que son andaluces, y que quizás hay músicas autóctonas a su alrededor que difieran de su estilo transnacional y que quizás valgan la pena. Nacho Vegas descubre (también alrededor del mismo tiempo) que en Asturias hay canciones folk y cuando anuncia su nuevo disco con el proyecto Lucas 15 pone lo siguiente en el anuncio:

“Si el folk anglosajón es una de las principales influencias del rock y el pop desde sus inicio, ¿por qué nadie ha intentado lo mismo con el folk asturiano?”

Por responder: eras tú que las odiabas y te parecían una cosa vieja. Proyectándote como una persona diferente a las de tu entorno, a la sociedad en la que estás, adoptando otros modos para romper con la monotonía y la vida que te parece vacía de los alicientes y las emociones que buscas.

La ridícula actitud sobre Eurovisión: “vamos a fracasar, así que por lo menos vamos a reírnos de ese concurso tan ridículo”. No son las palabras de un crítico de Rockdelux, son las de mi hermano. Lo gracioso del asunto es que la supuesta crítica es una aceptación del status quo. Nadie te obliga a estar en Eurovisión. A Italia, que fue uno de los países fundadores no le gustó como se estaba desarrollando y se excluyó. Si realmente les desagrada tanto, hagan una petición y fírmenla para sacarnos de ese concurso tan “hortera” y “casposo” y no se busquen excusas para ponerse a verlo (de nuevo). Nihilismo de salita de estar.

Por volver con Disney. En una reseña que le tocó hacer a Ian Penman sobre sus películas decía lo siguiente, en lo que creo que tiene toda la razón:

Too much Disney could be a cloying thing - there is an offputtingly overt feeling that This Is Good For You - but to annul his legacy for "moral conservatism" or "racist and sexist stereotypes" as some continue to do, is a bit like criticising a box of chocolates for not being a curry.

Disney es un producto y será manipulador, sacaperras y conservador, pero todo eso lo admite de frente, es algo que viene implícito cuando te mueves en ese terreno. Buscar algo seguro con el que distraer a los niños, no exponerlos a otras cosas. Si quieren lo pueden ver como un life style: puedes ir a los parques temáticos, puedes ver el canal privado, escuchar su radio, ver a sus estrellas y músicos, leer sus revistas y comprar toda la gama de productos que se exhiben en el mundo exterior pero customizados dentro de este. Así que en lo básico no difiere en nada de lo que pienso sobre el indie, que es sencillamente otro life style: uno lee sus revistas, sus páginas web, escucha sus programas de radio y cadenas especializadas, sus podcasts, sus salas de conciertos, sus videoclips, sus foros, sus festivales (¿existen otros?) donde uno se puede reunir con miles de indies, beber con ellos, tener sexo con ellos y hablar con ellos sin peligro alguno de que aparezca una influencia negativa del maligno mundo exterior representado por el mainstream, tan maléfico y monolítico como son el resto de canales y películas para los padres cuando tiene prisa y tienen que hacer otras cosas.

Esta noche estrenan la nueva serie de Girls Aloud donde cumplen sus sueños de adolescencia: jugar al polo, ser una bailarina callejera, crear un línea de cosméticos para gente con la piel pálida, desfilar… Ya, que maligno parece, uno está mejor donde está, consuelo de tontos lo llaman.

¿Algo más que tenga que decir? La verdad, se me han quitado las ganas.