Dieciocho horas entre la caída y el diagnóstico en forma de esguince en el tobillo izquierdo es un periodo muy productivo de tiempo para la imaginación, el recuerdo y sacar conclusiones rebozadas en emociones fuertes. Supongo que me toca una semana tumbado en la cama. Aprovecharemos para leer (Foucault “Las Palabras y las Cosas”), escuchar música (la discografía de Jon Hassell, Perfume) y desconectar de la actualidad.

3 comentarios:

Ana Saturno dijo...

Pobre, qué mala suerte. Ahora, está claro que afrontas un periodo de reclusión forzosa con material mucho más profundo que el mío: una semana ¡entera! encerrada por culpa de la gripe sólo puedo soportarla leyendo una novela policiaca tras otra, y es lo que he hecho. :-D

Ánimo y paciencia, que los esguinces mal curados son lo peor del mundo.

Saludos

Iván Conte dijo...

Yo, cuando estoy enfermo o simplemente bajo de moral, me dedico a leer novelones ingleses de la segunda mitad del diecinueve y primera del veinte. Veo que cada uno tiene sus manías.

Que se mejore pronto!

anhh dijo...

Interesante lo de los libros. (Gracias por los comentarios).

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