Volviendo un tanto a la realidad. Ayer fue la ceremonia donde se anunciaron los resultados de la tercera votación para ser senbatsu de AKB48, culminando dos semanas de rumores y predicciones cantamañanas en diversos medios de todo ámbito basados en los datos del primer día. Este año participaban tres grupos: AKB48, SKE48 y NMB48. Hay distintos métodos de voto, aunque el principal es el del boleto que se obtiene comprando el single en formato físico (los otros medios son electrónicos y supongo sólo permiten un voto por persona/suscriptor). En teoría se votan dos grupos distintos que en total suman cuarenta personas que interpretarán, en una alineación que presentará el ranking obtenido, dos canciones distintas: el tema principal de su siguiente single (los miembros “senbatsu”) y la cara B, al menos la principal (el grupo Undergirls).
Haciendo la suma de los votos conocidos (las cuarenta chicas elegidas) suman más de un millón. Los datos son comentados y analizados en largas conversaciones que en la mayor parte de las ocasiones se pueden calificar de auténticos despropósitos. La comidilla de este año es la “derrota” de la chica que ha terminado en octava posición que algunos quieren asimilar con una supuesta “mala actitud” y como esto significará su graduación del grupo. Es divertido, si hubiera una correlación directa entre voto y votante en esto, le faltarían unas diez mil personas para tener la población de mi ciudad natal. Obviamente un signo de obsolescencia… En fin, es una ceremonia altamente ridícula, con momentos totalmente sonrojantes, pero también es una situación casi irreal, una masa de expresividad humana, empatía y sentimientos desbordados, de sensaciones, impresiones e intuiciones difíciles de catalogar y normalmente, tras acabar todo el proceso y la ceremonia, uno se queda un tanto fuera del mundo durante horas o en ocasiones días. El cuadro de abajo, mejor aquí o el original aquí.
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