Oops, menudo despiste. Vamos a intentar poner en palabras una de las cosas que más nos fascina de los más recientes grupos idol, al menos aquellos que tienen un apoyo promocional más o menos digno que les permite plantearse dos preguntas: cómo presentarse ante su audiencia y cómo mantener la fidelidad de su relación con ella.

Primero deberíamos tratar de poner en contexto una de las instituciones clave en la comunicación entre fans y “artistas”. Además de los conciertos, la relación establecida con grabaciones y registros audiovisuales, materiales promocionales, entrevistas, las cartas dirigidas a aquellos que se apoya o las asociaciones de fans, con o sin boletines internos y demás parafernalia, de lo que queremos hablar es del “handshake”. En una fecha y lugar concreto, fans e idols se encuentran durante un breve momento. Esto parece una tontería, todos más o menos podemos pensar en largas colas de fans dispuestos a esperar durante horas a que el artista de moda les firme un autógrafo, estreche sus manos, de un par de besos en las mejillas o un abrazo, o se comuniquen durante el plazo de un par de frases. Para estos eventos que mencionamos uno debe adquirir un ticket. La costumbre ya es la de incluirlos con los singles que se compran, pero es necesario mencionar la existencia de las subastas en la red, donde los singles comprados múltiples veces por los fans más (pero no necesariamente LOS más) hardcore se venden por un precio menor que el de venta en las tiendas y los tickets para participar se venden a unos precios, no necesariamente altos, pero digamos del rango de los 30 a 90 € para un grupo realmente popular y también, la falsificación de estos tickets para acceder a este tipo de eventos, algo de lo que suele haber una cierta constancia por noticias en prensa hablando de detenciones al respecto. El estrechar las manos con el ídolo en cuestión es algo un poco distinto a lo que hemos mencionado como experiencia conocida y próxima, lo que podríamos entender como un simple gesto de cortesía que abre la puerta a una breve comunicación verbal de un carácter más elevado. Los handshakes que he visto, usualmente implican llevarte delante del ídolo y separado por ejemplo, por la distancia de una mesa, aunque no es necesario, estrecharos las manos durantes unos treinta segundos, en los que podéis intercambiar algunas palabras, desde de donde has venido para ver al susodicho hasta recomendar una novela, manga o anime pasando por declaraciones de amor eterno por supuesto, sin soltaros nunca las manos. Y pasado ese tiempo, hay seguridad, no es la primera vez que alguien se queda “colgado”, soltarse y acabar el encuentro para que la misma situación se repita con el resto de la gente que espera en la fila. Queremos resaltar el extrañamiento que hay en toda la situación, cómo el ídolo en cuestión debe aceptar una serie de normas en la forma en la que debe actuar. Por ejemplo, es conocido que la gente que se encuentra en la calle con las chicas de p. ej. Morning Musume, en lugar de hacerse la típica y pintoresca foto con la estrella, si estas están acompañadas por gente de su compañía, ponen un precio a dicha foto (aunque si no están delante, usualmente la foto sucede pero con un conocimiento implícito de que es algo para consumo privado). O las más o menos delirantes lecturas que se hagan sobre las normas que impiden ser ídolo y tener pareja sentimental. El ídolo debe dedicarse a su trabajo, en teoría, y para ello solicita que sus fans apoyen lo que haga para alcanzar sus sueños. Esto dicho así, suena un poco fuerte, de modo que debemos explicar que es algo más permeable y flexible. Es más sencillo para el management no tener que lidiar con escándalos en forma de relaciones personales y para aquellos que siguen a tal o cual cantante ahorrarse el tiempo dedicado a leer cotilleos o leer declaraciones sobre la belleza de la vida en pareja, la madurez o como ha cambiado su perspectiva sobre la vida gracias a una relación que acabará en ruptura o divorcio a los pocos días, semanas o meses en el mejor de los casos. Las revistas sensacionalistas en Japón suelen hacer su agosto cuando se producen este tipo de cosas, lo cual es bastante hipócrita ya que en gran medida es gracias a la influencia de estos medios que este tipo de normas se establecen. Por ejemplo, en AKB48 hay una norma que impide tener novio, y ya son unos cuantos casos de gente que como estudiante candidato para ser miembro del grupo o en un caso bastante conocido, un miembro del grupo, al publicarse algún tipo de foto donde se vea con su pareja, es expulsado de este. Pero en SDN48 hay una chica que está casada y la chica componente del grupo que fue expulsada, se volvió a presentar a una audición, y con el paso del tiempo volvió a ser miembro del grupo. De modo que se puede entender más como una cuestión de etiqueta que una verdadera legislación sobre lo que puede o no hacerse con la vida privada. Otra cosa es que los fans más extremos lo entiendan o no de este modo (algo sobre lo cual Aya Hirano podría dar clases magistrales sobre los zumbados que la (per)siguen). En cualquier caso, si el mayor capital de un ídolo es su encanto o su, erm, carisma, debemos entender que esta distancia o extrañamiento frente al común de las relaciones interpersonales cotidianas, es una forma de idealizar, de entrar en los terrenos del mito. Los defectos y las imperfecciones se ven menos. Si consideran que esto es algo ridículo, no se preocupen, mucha gente también lo considera allí y algunas de las presentaciones en televisiones, en particular en programas con cómicos o similares, pueden acabar casi en humillación o demolición del ídolo en cuestión si este no tiene bien asentados los pies en la tierra. Bien, si queda entendido que la dinámica es usurpar la accesibilidad (restringirla mediante el pago) a la persona como medio de idealizarla e idolatrarla, ya podemos pasar a lo que queremos explicar en realidad.

El lema de AKB48 es “Idols that you can meet”. Es decir, ídolos que no son inaccesibles. AKB tiene un teatro donde las presentaciones tienen unos horarios y demás. Es decir, que si quieres saber lo que están haciendo las componentes del grupo, puedes probar a ir por allí (para conseguir una entrada para los conciertos en el teatro uno debe primero, participar en una lotería (uno de los conciertos de despedida de uno de los escenarios del grupo, con la disolución del mismo, recibió, no recuerdo si 15.000 o 25.000 peticiones para asistir a la última representación) y después pagar la entrada (si no te presentas o no avisas de que no puedes asistir al final despídete de volver a intentarlo)). Pero lo que nos interesa es el concepto de proximidad y la aplicación que ha tenido en el uso de las redes sociales y demás como acceso gratuito a los contenidos generados por estos grupos.

Si antes los blogs existían pero accedían aquellos que habían pagado algún tipo de suscripción (ser del club oficial o mediante el móvil), ahora, sin desaparecer esto, los blogs (hospedados en sitios como Ameba, el propio sitio de Oricon o GREE (que es más para colgar fotos) suelen permitir los comentarios, con ciertos filtros como resulta sencillo suponer y suponen una comunicación múltiple a lo largo del día. También el uso de Twitter, ya sea de modo referencial (como aviso para visitar el blog), promocional o de un modo más permeable (mandando preguntas y demás en determinadas ocasiones, o cuando hay varios componentes del grupo viendo como charlan entre si). También MIXI, que es lo que tienen por allí en lugar de Facebook pero más orientado hacia los móviles. O aunque no tanto, también el uso de mundos virtuales como Ameba Pigg.

El uso de servicios de streaming (como Nico Nico Douga o Ustream) permite realizar toda una variedad de contenidos: desde el programa más o menos cutre de entretenimiento, al encuentro virtual, la comunicación de la actualidad del grupo o la retransmisión de conciertos. A lo cual deberíamos añadir los habituales programas televisivos (centrados en el grupo o con alguno de sus componentes usado como talento/colaborador) y de radio, además de directamente en ocasiones, usar el chat. Aunque en el caso televisivo, si los grupos no tienen todavía una cierta repercusión popular, suelen producirse para canales más o menos especializados (con una programación que va desde los ídolos musicales a los del porno, con obvias franjas de separación de contenidos en forma de horarios y esas cosas).

Lo interesante del asunto, si uno está interesado en el grupo o artista X, es la cantidad de trabajo y tiempo que conlleva esto. Mi experiencia personal, por ejemplo, “leyendo” los blogs de algunas (no todas, ni SKE ni SDN) componentes de AKB48, el trabajo de visitar el blog y mirar cada una de las entradas colgadas durante el día, es que tardo más de una hora en hacerlo. Es decir, si un día tiene veinticuatro horas, y digamos que dormimos seis o siete horas, cada día de mi vida dedico una hora de tiempo consciente a ello. Supongo que resulta obvio señalar que es una cantidad de tiempo y frecuencia mayor que la que usualmente se tiene para comunicarse con amigos y familiares no centrales. Y en ocasiones, más que estos. Pero, como hemos dicho, eso es una fracción, considerable de todo aquello a lo que uno puede acceder. Por ejemplo, este es un concierto de Momoiro Clover (concierto-charla si se quiere, son habituales esas paradas de 10 o 15 minutos hablando), realizado el sábado de la semana pasada.



O este el primer programa de las chicas de Tomato n' Pine con motivo de Halloween.




De nuevo, más allá de la reacción estética, más allá de lo convencional que resultan los modos y los contenidos tratados, lo que queremos señalar es el acto de la experiencia vital de estos, el tiempo consumido en ellos, tanto de los componentes del grupo como de sus seguidores. El grado de intimidad en una relación aunque esta sea completamente asimétrica, una parte propone cosas pero desconoce a la otra y esta última observa lo propuesto pero no puede hacer mucho más que expresar sus reacciones, o superficial en su contacto. De modo que en lugar de ocultar las imperfecciones, convertir a alguien en una presencia casi sobrenatural, pero a la vez sin dejar de hacerlo, uno encuentra la experiencia de lo otro (del otro), la alteridad, el salirse de uno mismo, recibir conversaciones dirigidas a tu persona, miradas y gestos que se hacen buscando tu complicidad, formas lúdicas, humanas con las que salir de la rutina, o en su caso, de tener una. El efecto del afecto. Y por último, como todo este tipo de ganchos resulta en el consumo de contenidos de pago. No sólo singles, discos, DVDs (musicales o no), libros de fotografías. Las extensiones de aquellos contenidos gratuitos. No es que uno pueda coleccionar en DVD los programas de televisión (algo que sucede con Shukan AKB, el programa mensual de SKE o el de Idoling!!!), es que se realizan ediciones con contenidos extras o con versiones más largas que no tendrían cabida en una emisión comercial. Un ejemplo reciente es Idol Chin, un programa televisivo donde aparecen Momoiro Clover, Tomato n' Pine y Nakano Fujioshi Sisters. No es sólo que el mismo formato del programa invite al consumo extra de accesorios relativos a este (es un programa de votaciones y escoger favoritos, de modo que hay chats, descargas de fondos y vídeos exclusivos para móviles). En el primer programa ya anunciaban la versión extendida del mismo, con escenas detrás de cámara, el desarrollo completo de las pruebas o momentos exclusivos de cada grupo. Otro el programa que seguía durante un día a alguna de las componentes más conocidas de AKB, que pasaba de su formato televisivo de 15 minutos (en realidad menos) a una hora, en su versión para móviles.

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