The way we are now







Unir con HJ-split.

1 + 2 + 3

Muere Dennis Hopper.




No tiene nada nuevo ni de particular, hoy me he encontrado con un montón de gente que emitía opiniones irrebatibles, inmarcesibles e inalterables basándose en algo que llamaremos su “primera escucha”. Se supone que es un estado de pureza y limpieza mental donde nada contamina tu interpretación de lo que escuchas por primera vez, sacando toda tu experiencia como oyente. Si no captura tu atención es que no hay nada. Ese tipo de cosas. Malcolm Gladwell escribió un libro llamado “Blink” que estaba lleno de ejemplos de cognición casi instantánea, el ejemplo que comienza el libro es el de una estatua griega encontrada casi en perfecto estado en el almacén de un museo que sorprende a todos los expertos que la ven y que provoca el interés y el deseo de compra millonaria por otro museo para su exposición. Un experto en ese periodo artístico en concreto de la escultura completamente azuzado por la necesidad de ver este “santo grial” consigue que el museo se la deje ver (ya que el museo está a punto de comprarla tras hacer las pruebas de rigor y ser positivas). Y cuando la ve. No sabe que sentir. Pero a los pocos instantes decide que es falsa. Algo que pruebas específicas sobre la edad de la roca y demás más tarde demuestran. Pero aunque el libro resulta muy entretenido de leer al organizar un caso que explicar, no hay nada en sus páginas más allá de estas ocasiones en la vida de alguien, donde en un breve instante, todo funcionó en décimas de segundo y ni una sola sugerencia para que esto se produzca en una base regular. Obviamente, la escucha de una canción o un disco no es un “blink”. Uno reconoce cosas, hace extrapolaciones, reconoce dinámicas, maneras de hacer, repeticiones de tics y tendencias, reconoce aquello que le interesa. Pero, no se ¿cuántos años llevo escribiendo tonterías en la red? ¿cuatro? En cuatro años y miles de entradas hemos trabajado bastante en ese terreno del “encuentro fortuito” y el “amor a primera vista”, esa “primera escucha” que demuestre nuestra pericia e inteligencia. En cuatro años de escuchas, lecturas de todo tipo, decenas de miles de palabras consumidas tratando de hablar sobre música y demás, puedo apreciar cambios evidentes en mi modo de apreciar la música y encontrar matices de discurso o reflexionar sobre como conecta aquello que me fascina de la música con mis ansias y deseos. Pero esta “primera escucha” sigue siendo igual a si misma. No ha cambiado un ápice. Sigo diciendo: “Esto es una mierda”. Sigue siendo la mayor inutilidad de mi arsenal de recursos. Es aquella impresión que siempre descarto, porque de modo usual está completamente desorientada y no tiene ni idea de lo que habla. Las canciones y los discos crecen. Los encuentros fortuitos tienen todo su poder en no ser repetibles. El amor a primera vista, si además es correspondido, es una hermosa experiencia por la que pasar, pero eso no evita que el resto de nuestra vida, muchas de nuestras pulsiones y obsesiones por otras personas o cuerpos, vistas en retrospectiva nos hagan preguntarnos si tomábamos drogas o algo parecido. De hecho cuando uno madura es cuando sabe como bloquear esas “primeras impresiones” y tener mayores elementos para establecer un juicio (algo que en muchos casos no funciona, pero en otros sí). De modo que supongo que estoy un poco saturado de leer imbecilidades escritas en foros, blogosferas y compañía, y esta temporada de frenética actividad y nulos contenidos termina su trayecto aquí. De todos modos no querían ver ese especial de la televisión japonesa, ni leer reflexiones sobre la industria musical coreana, su mecánica del hype y como el hundimiento de un barco causando la muerte de más de cincuenta militares desmonta por completo sus plazos, la convierte en una carnicería y hace que una canción, nuestro hilo conductor, se pierda mientras todo parece apuntar a una nueva posible guerra con el país hermano y vecino. Whatever.

So fucking in love with you

Salto de fe

Estoy escuchando lo nuevo de Oval. En algún sitio, el mp3 que lo adelantó, levantó ampollas en el momento en que la parte rítmica, un beat “acústico”, exagerado, enérgico, a contrapelo entra sobre las fragmentaciones sonoras reconocibles. Pensando si merece la pena hablar de esto. Si anda como un caballo, parece un caballo y relincha ES un caballo. Si es un tipo de mediana edad, que abandona el discurso vanguardista prometiendo música bonita (aunque compleja) y comienza a poner beats en sus “canciones”, sólo puede significar una serie de cosas (vendido, perdedor, adocenado, etc.). Aunque siempre se dice que tal tema sin beats sería música electroacústica, o se habla de la libertad del paisaje sonoro sometido a la tiranía del beat, o se habla sobre la simpleza de la estructura de estos, o se parodian estilos “complicando” estos beats o se rescatan argumentos antediluvianos sobre la mente y el cuerpo, el corazón y la cabeza, sería imposible querer argumentar que esto se pueda discutir desde la música, desde un gesto de reflexión desde dentro de la composición. Que exista una extrañeza de este tipo, hipnóticos en su momento, envejecidos, grotescos en su trabajo de producción y su falta de recato por estar igualados con el resto de elementos sonoros dentro de la mezcla con el paso del tiempo, esas cosas de la música pop, pero sin creer por ello que es “estúpida” o “inferior”, caminando sobre las huellas de otra persona para tratar de comprender el mundo desde fuera de uno. Si uno plantea algo así, la gente siempre cree que les estás tomando el pelo. Y el argumento que te dan es que es música que no funciona emocionalmente, en el plano sonoro, en su juego de dinámicas e intensidad o simplemente que es aburrido... Pero el arte conceptual quiere que percibamos los límites de nuestra percepción, que veamos que el mundo es distinto de cómo estamos acostumbrados a pensar, que hay un montón de cosas que hacemos de modo instintivo pero después convertimos en gestos racionales, que hay derivas, aporías, rutinas, maneras de pensar asumidas sin crítica alguna, el arte moderno busca hacer añicos el mundo burgués y lo que es representable dentro de los parámetros que le dan forma. Pero eso sucede en otras partes, no aquí.

El asunto de la Universidad de Middlesex y el cierre de su sección de filosofía resulta deprimente. Según información de The Times, “a university that employs far more administrative than academic staff and last year spent £3 million on consultants’ fees” o de aquellos que protestan, gente de alto cargo que incrementa su sueldo en 35% en unos pocos años, mientras cierran el programa que por su excelencia les reportará una subvención de un millón de libras hasta el 2016, acusan de haber provocado roturas de huesos a la seguridad a los estudiantes y profesores que ocuparon la facultad en un periódico local y ahora suspenden a los profesores que “supuestamente” participaron en dichos acontecimientos que no podrán comunicarse con los alumnos (igualmente suspendidos), contactar con el personal de la facultad o entrar en sus locales.


(Debería estar) leyendo sobre la nueva película de Apichatpong Weerasethakul. En Artforum, hay un pequeño texto suyo que habla sobre la exposición y los cortos que la acompañan, en el blog de Lumière le dedican un texto (en el número 3 de la revista hay uno mucho más extenso) y entre los entretenimientos de estos días ha estado el ver como los críticos orientaban a otros críticos sobre lo que ver o no en Cannes en el blog de Letras de Cine, donde esta entrada ha estado bastante muerta desde el principio y al mirarla hoy, bueno, mejor lo comprueban ustedes. Si se aburren, en el mismo sitio pueden encontrar las notas del nuevo documental sobre un disco mítico de los Rolling Stones (que va a ser número uno esta semana en Reino Unido) que acompañan con un enlace de descarga. Los famosos invitados dan grima pero sólo aparecen al principio y al final, los comentarios que explican todo lo que sucedió realmente no tienen gran cosa que contar (al menos para justificar la duración del documental (hora y media en la versión DVD), hay un obvio toque de rollo promocional aunque música, filmaciones, fotografías y extractos de diálogo de las grabaciones (magníficos) sirven estupendamente para ambientar un salón mientras se hace otra cosa.

Visuales para un tema del nuevo disco de Oneohtrix Point Never:



Y un mix.

El nuevo catálogo de Duke University Press ya está disponible para descargar en su web, y estás creo que son las novedades que tocan lo musical:




Aunque claro, hay más libros que son o quizá puedan parecer interesantes en otros temas.

John Talabot en RA.

"I owe my years as a jazz reporter to John Osborne’s Look Back in Anger, which made the British cultural establishment of the mid-1950s take notice of a music so evidently dear to the new and talented Angry Young Men. When, needing some money, I saw that Kingsley Amis wrote in the Observer on a subject about which he obviously knew no more and possibly less than I did, I called a friend at the New Statesman. He arranged a meeting with the editor, Kingsley Martin, then at the peak of his glory, who said ‘Why not?’, explained that he conceived his typical reader as a male civil servant in his forties, and passed me on to the commander of the (cultural) back half of the mag, the formidable Janet Adam Smith. Her interests ranged from mountaineering to poetry, but did not include jazz. As ‘Francis Newton’ (named after a Communist jazz trumpeter who played on Billie Holiday’s ‘Strange Fruit’), I wrote a column every month or so for the New Statesman for about ten years".



(Estoy escribiendo una de esas ridículas entradas largas que no parecen interesar nunca a nadie. Es una entrada en dos partes. La primera en Word, va por nueve páginas, pero todavía no he escrito una palabra sobre música o sobre la canción que lo organiza todo. No se si eso es bueno, malo o lo que hago siempre. La segunda parte por ahora son doce páginas, aunque tengo que consultar más noticias, de modo que quizá se doble en extensión. Realmente me da igual, si la primera parte trata de ser muy compacta la segunda ha de deshilacharlo todo. La primera parte supongo se puede extender hasta las quince páginas sin demasiados problemas, aunque no se si tengo tanto que decir. Oh, sí, se me olvidaba, habrá como un centenar de imágenes en la entrada. Me encantará ver mi cara cuando pierda una hora de mi vida haciendo eso y colocándolas en orden. Es un texto que encuentro un tanto extraño, escrito sin ninguna necesidad (de hecho me interesó más la anécdota y escogí la canción que más me gustaba que se adaptara al marco espacio-temporal), tratando de probar con otro método aunque sea la misma cosa de siempre, escribiendo y buscando sobre temas que nunca me habían interesado demasiado, etc. Además, el modo en que está tomando forma es lentísimo, como si se formaran cristales de hielo o algo por el estilo. O leer cosas que sabes seguro no vas a usar, aunque después beneficien el tono de la exposición. Y ya que estoy en ello, no se si decidirme por lo de siempre, una vez que el texto cuenta todo lo que ha de contar, doy al botón de publicar, o si pulirlo un mínimo, tratar de añadir todas las cosas en la extensión necesaria y demás… Rarísimo. En realidad creo que lo que más me interesa de todo es verlo como un prototipo. Todos los años me busco una excusa por la que decido seguir escribiendo ese año en el blog y la de este año, bueno, es una entrada que debería ser del tamaño de un libro por lo que parece. Ni siquiera creo que la terminaré este año (además hay un libro parcialmente relacionado con el tema que se publica a finales de diciembre que supongo encaja en el planteamiento). Da pánico y ni siquiera he empezado a ponerme en serio con todos los libros que se que necesito leer para desarrollar la exposición de determinados detalles. De modo que escribo un prototipo (o una serie) y trato de ver cuales son las partes que no funcionan en un texto de esa extensión. Es patético. Debería estar viendo a Yagami Kumi en ese anuncio o gritando a los cuatro vientos por la apertura del blog de Moeno Nito o haciendo algo de provecho en lugar de estas tonterías…)



Por exceso de método, aburrimiento o finalmente adicción, he estado siguiendo desde el estreno de la canción en radio, el hilo en un foro del último single de Morning Musume. Normalmente no soy demasiado “social” respecto a la música. La disfruto, leo algo sobre ella y si acaso muestro mi opinión. Esta versión me ha parecido completamente grotesca. Seguir todos los cambios de humor del hilo, todo el ritual (necesariamente ha de ser la peor canción nunca hecha, después mejora, cuando se va a publicar el single todo el mundo la apoya y cuando se ven las cifras de ventas se rehuye un poco el hilo, así cuando comienza el hilo del siguiente single se puede hablar sobre lo patético que fue el anterior single y las esperanzas que se tienen sobre como sonará este o como se vestirá el grupo), las continuas reiteraciones de argumentos (la canción se supone es un robo de una canción de su último disco, el que no compró nadie algo que supongo afectará negativamente a todo aquel que no sea fan del grupo y esté interesando en el single), las continuas contradicciones con sus deseos expresados anteriormente (una canción más positiva) las frases de una línea que se pretenden definitivas y no pasan de obviedad, parafrasear algo que alguien ha dicho alguien hace tres entradas para llegar a las mismas conclusiones, defender una posición durísima gracias a una posición aventajada (alguien había visto el PV en un concierto, no le gustó la localización ni los trajes, parece que todavía nadie se ha dado cuenta en cincuenta páginas que verde y azul son los tonos dominantes en los planos donde el grupo baila…), etc. etc. ¿Y la gente se desvive por eso?


¿?



"Why can't the boys be the toys/ That the girls want the boys to be/
And why can't the girls see the world/ That the boys want the girls to see, yeah"

Sugababes "In the Middle"

¡Dumplings!







1 + 2 + 3 + 4 + resto

No muy dado a esto, pero… Lo primero que se hace necesario comentar es que esto es ficción. Cuando la película se filmó, los padres hacía un par de años ya habían perdido la tienda. Todos los diálogos han sido escritos previamente y han sido ensayados y aprendidos de un modo copioso y concienzudo. La propuesta formal en forma de puesta en escena, composición del plano y la duración de este se deja notar bastante de modo que no lo mencionaremos. Supongo que debe ser muy interesante para escribir artículos académicos la disección obsesiva de la cotidianeidad del núcleo familiar (microuniverso) y las constantes filtraciones (la puerta, el cartón arrancado de la ventana, el final mismo) que hace el mundo exterior (macrouniverso) aunque este siempre sea elíptico, esté fuera de cámara, exista como una posibilidad más que una realidad. Que este mundo obviamente sea China en su etapa “neoliberal” (la tienda, la renovación del contrato por parte de los oficiales, los trabajadores a su cargo, el conflicto entre la capacidad y el tiempo del trabajador y el precio que impone el mercado compuesto por los otros componentes de la sociedad, la valoración del aspecto sobre la capacidad para poder mantener una carrera, la vergüenza de los hijos ante el modo de vida de los padres, etc.) también debería añadir párrafos y párrafos en los supuestos artículos. Todo lo cual no evita que si esto siguiendo la lógica de Fredric Jameson, es la documentación de la desaparición de un modo de vida, de una forma de entender el tiempo y la naturaleza en un periodo distinto del capitalismo, tenga capacidad emotiva. La reunión de la familia en torno a esa mesa por la cual circula desde su trabajo hasta la comida que los hace subsistir, el compartir dudas, quejas o saber aceptar las carencias y debilidades de los otros, la mera convivencia en el tiempo en el espacio creado con los personajes, los distintos modos de entender la vida en la forma de enfrentar los problemas al confeccionar el plato al que dedican tanto tiempo (en lugar de irse a comer fuera o utilizar el microondas) surgiendo de una propuesta que debería ser tan árida como lo es de minimalista.



Múltiples manifestaciones del lenguaje e imaginario de la fantasía y el deseo condensadas en el PV que resulta de la expansión de una campaña publicitaria para un parque acuático.

Canción política griega




--->



Una canción correcta convertida en un buen, gran single gracias al metódico trabajo desarrollado en la exposición y presentación de sus virtudes.

Notas mentales para anhh:

1. Un desvío no es un atajo.
2. Aquella sugerencia de trabajar en un ordenador sin conexión sigue siendo válida.
3. RUN RUN RUN.

(¿) Indie de mierda (?)




Aunque con menos sorna podríamos hacer la comparación del estilo de una canción con por ejemplo esta otra (saltar hasta los 5:50 del segundo video más o menos) no simplemente su intencionalidad, las semejanzas en su estructuración y demás.



Músico electrónico presenta sus temas con un grupo de ejecutantes de instrumentos reales en versiones llenas de aromas y ambientes de jazz para regocijo de su audiencia extasiada. Suena bien ¿no?






Todavía quedaban más canciones para el mundial. Esta es la de After School (ese grupo que aumentó su formación a ocho chicas para poder presentarse con siete):



Esta la de Brown Eyed Girls con 4Minute (¿impagable?):



E incluso algún grupo actúa durante el descanso de los partidos de preparación…



Y quedan unas cuantas más, pero son de boy bands o incluyen alguna medallista olímpica.

Más divertido aún, más “camisas rojas”, la de Tailandia:



Wilkerson

Archivo del blog