Algunos fans dicen que sus canciones son “aburridas”, que están esperando canciones más enérgicas, donde no sólo canten en grupo. Pero eso es la historia de siempre. Uno se queda esperando a que lleguen las “grandes canciones”, las trascendentes, las que pasarán a la Historia y después, cuando el sonido del grupo se convierte en una raquítica fórmula, uno se queda inmerso en la melancolía revisitando aquellas primeras canciones donde todo estaba abierto y cualquier posible movimiento parecía posible, tratando de recuperar la espontaneidad y la excitación que brotaba en aquel preciso momento. El consumismo sigue presente, pero supongo con el nombre que gasta el grupo, tampoco se puede pedir mucho más. Eso sí, ahora todo el resto del día con la coreografía metida en la cabeza…

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