Un disco que he estado escuchando recientemente (en la versión de descarga de Boomkat, no en la de 3 CDs, mezclados un par de ellos) es “Nightdubbin’ A dubbed out collection of classic 80’s dance music”. Más allá de la bonanza del disco o de las elecciones y motivaciones de sus selectores creo que es un paso interesante. Es probable que en el mercado se puedan encontrar mejores recopilatorios o más extensos o menos constreñidos por la ocasión de música de baile de los 80, pero lo que creo que es interesante es enlazar la época con el resto de la narrativa histórica que se está formando en la cultura de (club de) baile. Es decir, lo que uno tenía hasta ahora de aquella época eran escenas o retazos más o menos localizados a partir de los cuales surgía todo el resto (Chicago y Detroit, también el Italo Disco y el hi-energy, llegan al Reino Unido, acid, rave, etc.). Obviamente la historia es más extensa y frondosa, pero hasta hace tanto lo anterior no parecía tan seductor aunque fuera como mina de sonidos para crear tendencias. Ahora, resulta bastante ingenuo tratar de hablar de los orígenes de la música de baile actual sin tener que remontarse a la cultura de clubs y DJs de New York. Y ya hay una variedad de libros y enfoques que tratan el tema desde distintas perspectivas e intensidades.

El problema, claro, es llegar hasta ahora hasta el anterior y conocido punto de inicio. Sí, claro, se puede solucionar diciendo que unos cuantos DJs emigraron a aquellas ciudades y evolucionaron de modo distinto pero se pierde de vista completamente el continuo de sonidos con el que habitaban esas músicas, ahora limpias de impurezas y expuestas como piezas de museo (como ellas, sin contexto). “Last Night a DJ Saved my Life” cubre lagunas y es una fuente de información invaluable, pero la propia estructura del libro, capítulos concentrados en escenas, ayuda a formar una segregación de escenas y una decantación no demasiado natural entre aquellas que resultan “trascendentes” y aquellas que no lo fueron.