Siendo como es una canción pegadiza, agradable y que además me gusta no se si su elección como single cumple con las funciones asignadas en un plano empresarial. Funciona como reclamo para los ya conversos pero no para captar la atención de un público mayoritario, no advierte de la publicación inminente ni consolidará las ventas tempranas del disco al que debe apoyar, no generará un aumento de la atención de los medios de comunicación sobre el artista cuya campaña se reducirá a girar y dar entrevistas en radio y prensa por el disco (no el single). Creo que el videoclip, homenaje claro a las películas de terror de cierta década, tiene algo muy hábil en su plasmación que es el arrebatar a la coletilla “suena muy ochentas” cualquier tipo de contenido siendo dicho comentario sobre la música tan profundo en su poder de observación como “canta una chica”. Viendo las últimas entregas de su video diario promocional (4, 5,6), creo que el momento que más me ha llamado la atención es cuando la quinta entrega comienza como una parodia de “Los Vigilantes de la Playa”, pero mientras continúan con la broma uno puede escuchar perfectamente como se sabe de memoria la canción de cabecera de la serie. Esa relación casi naif con materiales considerados como “guilty pleasures”, en la que se simpatiza con unos gestos estentóreos, grandilocuentes, teatrales de una música que refleja sin ambigüedades ciertos valores neoliberales como la creencia en la capacidad ilimitada de la acción del hombre, la individualidad de este como garante de las libertades democráticas o la exposición y subrayado de la interioridad como una aplicación práctica de la anterior, no necesariamente como continuación de estos pero sí en la aparente ceguera que creaba dicha inagotable fe en si mismos, tanteando con ese trasfondo para elaborar una toma personal en la forma de hacer ahora mismo, de tener una carrera siendo creativo, siendo “cool”. Pero al menos esa ambigüedad, como las de otros grupos (las distintas visiones de la naturaleza que tienen por ejemplo Animal Collective o High Places), es algo que(me)resulta interesante.
“Dusk Till Down” el nuevo single de Ladyhawke
Siendo como es una canción pegadiza, agradable y que además me gusta no se si su elección como single cumple con las funciones asignadas en un plano empresarial. Funciona como reclamo para los ya conversos pero no para captar la atención de un público mayoritario, no advierte de la publicación inminente ni consolidará las ventas tempranas del disco al que debe apoyar, no generará un aumento de la atención de los medios de comunicación sobre el artista cuya campaña se reducirá a girar y dar entrevistas en radio y prensa por el disco (no el single). Creo que el videoclip, homenaje claro a las películas de terror de cierta década, tiene algo muy hábil en su plasmación que es el arrebatar a la coletilla “suena muy ochentas” cualquier tipo de contenido siendo dicho comentario sobre la música tan profundo en su poder de observación como “canta una chica”. Viendo las últimas entregas de su video diario promocional (4, 5,6), creo que el momento que más me ha llamado la atención es cuando la quinta entrega comienza como una parodia de “Los Vigilantes de la Playa”, pero mientras continúan con la broma uno puede escuchar perfectamente como se sabe de memoria la canción de cabecera de la serie. Esa relación casi naif con materiales considerados como “guilty pleasures”, en la que se simpatiza con unos gestos estentóreos, grandilocuentes, teatrales de una música que refleja sin ambigüedades ciertos valores neoliberales como la creencia en la capacidad ilimitada de la acción del hombre, la individualidad de este como garante de las libertades democráticas o la exposición y subrayado de la interioridad como una aplicación práctica de la anterior, no necesariamente como continuación de estos pero sí en la aparente ceguera que creaba dicha inagotable fe en si mismos, tanteando con ese trasfondo para elaborar una toma personal en la forma de hacer ahora mismo, de tener una carrera siendo creativo, siendo “cool”. Pero al menos esa ambigüedad, como las de otros grupos (las distintas visiones de la naturaleza que tienen por ejemplo Animal Collective o High Places), es algo que(me)resulta interesante.
2008/08/26 | Publicado por anhh en 3:28 p. m.
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