Tal vez no debería encontrar esto tan divertido, pero después de meses y meses leyendo y finalmente esquivando cualquier hoja promocional disfrazada de artículo periodístico sobre la invasión de las bandas de chicas surcoreanas en Japón (algo que curiosamente mutó en el último momento a la nueva invasión del K-Pop, cuando 4Minute, la tercera banda siempre mencionada, demostró que daba igual lo que hiciera, vendía en la misma horquilla entre 5.000 y 9.000 copias, cantaran en coreano o japonés, single o disco, PV original o reciclado) y la superioridad de la industria musical coreana y sus métodos de trabajo, que cuatro de las cinco componentes de KARA presenten una demanda contra su compañía por sentirse explotadas, la compañía maniobre para patentar el nombre del grupo (y en lo básico, finiquitarlo), se puedan leer mentiras que saltan de una noticia a otra (como la de que la componente que se queda (cuya madre está en la misma compañía y cuyo padre, parece ser accionista de la misma…) no sabía nada sobre el asunto, cuando llevaban meses tratando de renegociar los contratos…) y otras bellas estrategias de desprestigio público (son las madres las que están detrás de esto, sólo están interesadas en el dinero, etc.).

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