Quizá las tres canciones que más he escuchado este verano.
Además de ser estupendas según mi destartalado y subjetivo criterio, también
son canciones que tratan de articular y explicar retóricamente el momento presente
de cada uno de los grupos. Me gustaría
escribir algo más extenso sobre ellas, pero llevo más de una semana y también
creo que es necesario darse cuenta de ello. Además, quitando esto, uno ya puede
dedicarse a proyectos más serios, trascendentes y políticos, o lo que viene a
ser lo mismo, cargantes, pagados de si mismos y con una alarmante y narcisista
necesidad de aparentar lo muy “interesante”
que se puede ser:
(^El segundo es la versión oficial pero corta…)
De este modo, si la última vez que hablamos sobre LinQ
expresaba la duda que suponía la salida
de su habitual equipo de songwriters, esta canción supone el regreso de uno de
ellos (que puede estar o no relacionado con la salida del productor del grupo
cuando este fichó por Warner, a la semana de ello, terminó de cargarse su
carrera en una performance salvaje en un programa de Ustream). Entendiendo los
dos anteriores singles publicados este año, como un impasse y un refrito, este “retorno”
(además de serlo) se pretende deslumbrante. Un songwriter presentándose de
forma humilde tratando de adaptarse a la altura de las expectativas, chicas del
grupo escribiendo sobre la “magia” al escuchar la canción. Convertirse en una
muestra de que el grupo sigue teniendo tracción y se mueve en una dirección concreta,
deseada. Aunque esta destilación de las fiestas locales veraniegas (farolillos,
postres (kakigori), deportes en la playa, salir con las amigas, fuegos
artificiales (en sus uniformes), barbacoas, sandía, helados, música y desfiles
tradicionales) da un respiro, la pregunta de si el mundo que habitaban es
sostenible al ir desapareciendo la gente que lo construyó sigue presente así
como las dudas de si deberían buscarse algo más convencional.
HimeKyun Fruit Can por su parte, lanzan su primer single
tras su fichaje por una compañía grande (Tokuma, donde estaban antes Perfume).
Una canción que funciona como un rodillo, apabullante en su ejecución, que por
estilo de producción y grabación suena definitivamente “grande” en múltiples
sentidos, el grupo lanzando su canción más abrasiva como signo de no claudicar,
de ser libres, de no aceptar ataduras (una forma como cualquier otra de tratar
de convencer a tus fans sobre no haberte vendido). En el vídeo, hay elementos
que muestran las corrientes de la globalización (coreografía en el puerto
local, en almacenes de mercancías, el grupo como producto de una economía local)
y también una caracterización del grupo, en el estereotipo de la gente que está
bordeando el crimen, que uno, estirando quizá demasiado, quiere interpretar
como la forma de representar a aquellos que no se pueden representar (aquellos
que no están en la sociedad: gente en trabajos precarios, gente que no ha
entrado en el circuito de los candidatos que las grandes empresas consideran
contratables, etc.) y que podría entenderse como un pulla sobre el nivel de
atención que tienen los medios de comunicación sobre todo aquello que no suceda
en Tokio (prácticamente ninguno). Oh, vale, no sabéis como hablar sobre
nosotros, somos así como asociales, ya sabes, gente que no vive en la capital.
Dempagumi .inc, por su parte, en una ascensión de
popularidad y ventas, lanzan su primer single digital. El vídeo musical está
codirigido por una de las componentes del grupo, para así poder capturar
“verdaderamente” como viven el verano unas chicas que prefieren quedarse en
casa disfrutando de sus obsesiones. Hay una tensión entre la ensoñación con las
experiencias de consumo ofrecidas por el turismo y el entretejido de
relaciones, costumbres y hábitos de consumo que permiten hacer su(s) mundo(s)
habitable(s) (una habitación que parece una nave industrial que se convierte en
un lugar vivible por decisiones estéticas, por la gente que habita ese espacio,
por la creencia en una comunidad). La conexión, esa forma de fantasear sobre la
posible integración en el grupo de aquellos a los que están dirigidas esas
experiencias de consumo, se produce a través de la compra de trajes de baño
(comprados en una web donde ellas realmente hacen de modelos, a una diseñadora que hace la mayor parte de
su vestuario, es decir a través de aquellas conexiones entre sus afectos y
aquello que se considera aceptable). O si se prefiere, la perenne fantasía de integración
y ser parte de la sociedad al adaptarse a los disparatados hábitos de consumo, la
adopción en carne propia de las imágenes y estereotipos de aquello que se
supone representa la vitalidad, la belleza o la felicidad, por ver si aparecen
o quizá, que otra gente los vea en ti. (Y así convencerte de ellos (se supone
que en eso consiste la vida (o eso dicen (((…)))))) La canción, con sus arreglos disco de cuerda
y viento, compuesta por Hyadain (otro nodo habitual en el mundo del grupo).
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