Algo a lo que uno deja de prestar atención, cuando simplemente escucha los discos y no va a conciertos, o al menos no está más inmerso en la escena del EAI, son los instrumentos que cada improvisador usa específicamente en las grabaciones. Digamos que la paleta de frecuencias, sonidos y texturas, drones, técnicas de ejecución, estrategias sonoras y las modas dentro de ella, hacen que el origen de estos sea algo que se estima como algo secundario. No tiene demasiado sentido, aunque sea un gran arma de interpretación de lo que se está escuchando, en una grabación que se escucha sin referencias en el mundo real. Durante el año pasado y este, se publicaron una serie de grabaciones “Modules I” a “Modules V”, que documentaban el trabajo de una serie de improvisadores surcoreanos y que resultaban un tanto desconcertantes (también estimulantes por el mismo motivo) en sus intenciones. Por ejemplo recuerdo una donde lo único audible era el entorno de la sala con alguna breve interrupción musical. O en otro corte, las intervenciones de los participantes, un sonidito aquí o allá, trataban de desbaratar cualquier idea de continuidad. En cualquier caso, creo que necesitaré volver a escucharlos (ya están descatalogados los cuatro primeros) tras descubrir algunos de los peculiares instrumentos con los que generaban sonido (aunque no necesariamente en estas grabaciones). Por ejemplo, el de arriba. Sí, son discos duros.

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